La dermatitis atópica en bebés, niños y adolescentes es cada vez más habitual, aunque aún se desconoce su causa. En muchos casos, depende de la genética; en otros, de factores ambientales. Aunque sí, existen ciertos desencadenantes que pueden empeorar los brotes. Te contamos cuáles son.
La dermatitis atópica es la patología de la piel más común en la infancia y provoca la inflamación de la piel, un intenso picor y brotes intercalados en el tiempo. Sí, seguro que has visto a algún bebé de pocos meses con manchas rojas en las mejillas, brazos, piernas, cuero cabelludo y nalgas. ¡Son los eccemas típicos de la dermatitis en los recién nacidos!
Una vez el pequeño crece, a partir del año de edad, estos eccemas cambian y se trasladan a los pliegues de la piel; es decir, cuello, parte interior de las rodillas y codos, detrás de las orejas…
Los menores con dermatitis atópica tienen una piel extremadamente seca y permeable. Esto, entre otras cosas, facilita la penetración de múltiples alérgenos como los ácaros de polvo y patógenos del medio ambiente.
Entender y comprender
Sin duda, el picor es la principal molestia, ya que los niños no pueden evitar rascarse y hacerse heridas e, incluso, les dificulta poder dormir y descansar en condiciones. Por eso, es importante que los adultos entiendan los brotes y comprendan el malhumor o cansancio de los pequeños. La piel sensible les hace padecer, pero, afortunadamente, existen soluciones para ayudar a los niños a calmar este insoportable picor.
Es una enfermedad crónica que afecta a la vida cotidiana, pero que con un buen cuidado de la piel y el tratamiento médico adecuado se puede controlar. Es decir, hay que desdramatizar esta enfermedad y entenderla.
No existe una cura definitiva, pero sí hay muchos tratamientos hidratantes o emolientes que alivian la sequedad, irritación y picor de la piel. Y es que, por ejemplo, una piel bien hidratada es menos propensa a irritarse.
Factores a evitar en niños con piel atópica
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Exceso de calor. Se recomienda que los niños vistan con ropa de algodón, fresca y que traspire correctamente. Y no deben abrigarse más de la cuenta. Sudar mucho o pasar mucho calor puede empeorar la dermatitis atópica.
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Estrés. Vigila a tus hijos en épocas complicadas (como exámenes, mudanzas o cambios en la familia). El estrés y la ansiedad se consideran uno de los desencadenantes más importantes de los brotes de dermatitis atópica, sobre todo en los adolescentes.
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Alérgenos. Vigila la presencia de ácaros del polvo y otros alérgenos, ya que los niños con la piel atópica tienen más probabilidades de desarrollar una alergia.
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Uñas largas. Evita que tu hijo lleve las uñas demasiado largas, se podría rascar y eso puede generar sobreinfecciones y alterar la barrera cutánea de su piel.
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Baños largos y agua caliente. En niños con la piel atópica, las duchas no deberían pasar de los cinco o diez minutos y mejor, siempre, con agua templada.
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Perfume y jabones irritantes. Es aconsejable usar geles y jabones de avena, parafina o aceites limpiadores sin jabón. Tampoco son buenos los perfumes o colonias muy fuertes.
Productos calmantes, una buena rutina
La gama Topialyse de Laboratoire SVR cuida y mima la piel seca y atópica de toda la familia. Sus productos emolientes son aptos para los más pequeños de la casa y garantizan que tu hijo no sienta la necesidad de rascarse tan a menudo. ¡Un alivio para él y para ti!
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Es un cuidado revolucionario en las pieles atópicas ya que incluye una patente propia de SVR a base de Ceramidas AD y un nuevo azúcar prebiótico que es capaz de proteger la piel de los agresores externos, que agravan la atopia como son los ácaros y la contaminación, hidratándola durante 48 horas.
Este bálsamo alivia de forma inmediata y duradera las sensaciones de picor, dando como resultado una piel que se mantiene calmada, protegida y reparada. Consiguiendo así aportar una sensación de confort inmediato a toda la familia. Gracias a su fórmula no grasa y no pegajosa, ¡uno puede vestirse directamente después de la aplicación!
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